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Historia
Calle Beato Gaspar Bono s/n
(Entre el Jardín Botánico y la G.V. Fernando el Católico)
46008 Valencia
Historia
El diseño del jardín está basado en el mito de las Hespérides, que sirve de hilo argumental, interpretado por medio de diferentes especies vegetales y esculturas, con el telón de fondo de los muros de ciprés intermitentes.
El espacio central del jardín se configura como una explanada desde la cual el espectador puede contemplar los episodios del referente argumental: el árbol de las manzanas de oro, las esculturas de las ninfas y su metamorfosis en árboles, la escultura de Hércules o el fantástico dragón, también metamorfoseado en serpiente.
El jardín, inaugurado en el año 2.000 con una superficie de 4.700 metros cuadrados, se propone como un “hortus conclusus”, cuyo cerramiento se abre puntualmente por los lados, invitando al transeúnte a entrar en el espacio ajardinado. Su trazado evidencia la racionalidad de un espacio de jardín de colección que queda difuminado por la propia vegetación.
EQUIPAMIENTOS:
En el lado de poniente, aparecen tres terrazas longitudinales decrecientes en altura hacia el interior del jardín, mientras que en el lado sur una pérgola acompaña el acceso al mismo, permitiendo una visión global del jardín.
El agua es otro de los componentes fundamentales del jardín. Una fuente mana en el punto más alto del jardín, escondida entre los cítricos. El agua brota del suelo y se desliza por canalillos que recorren las terrazas de cítricos, sumergiéndose en su tramo final y discurriendo enterrada bajo la explanada, volviendo a emerger en el estanque donde se reflejan las ninfas metamorfoseadas en árboles. Por último, otro estanque, éste más recóndito, mantiene el agua en quietud, rodeado de muros y cipreses. En él la diosa Venus, protectora de los jardines, se asoma y constituye un lugar de especial calma.
El jardín incluye además una colección de cítricos, en alusión al origen mitológico de los mismos (las manzanas de oro de las hespérides), a la vez que permite recuperar algunas especies y variedades de cítricos poco conocidas hoy en día, y que aquí se pueden encontrar cultivados en forma de árbol, en maceta o en espaldera, técnicas que los “lligadors d’horts” o jardineros valencianos, tan apreciados en tiempos de Alfons el Magnànim, manejaban con verdadera destreza.