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València, una ciudad vestida de flores
22 . 08 . 2018
Si por algo se distingue Valencia es por sus hermosas zonas ajardinadas y sus parques llenos de una gran variedad de arbustos, árboles y flores, sobre todo flores. No en vano es conocida como la “ciudad de las flores”.
Estas tienen un gran peso en la ciudad de Valencia, ya que es un elemento muy importante e imprescindible en muchas de nuestras festividades. Decorativas, coloridas y aromáticas, las flores son protagonistas en rincones y eventos valencianos como estos:
Puente de las Flores
Este puente en un símbolo emblemático en la ciudad de Valencia, ya que atraviesa el Jardín del Río Túria y siempre se encuentra adornado de flores. Creado por Santiago Calatrava en 2002, este puente se caracteriza por su color y cambio floral dependiendo de la época del año en la que nos encontremos.
La Batalla de las Flores
Este evento representativo de la conclusión de la Feria de Julio, destaca por el lanzamiento de flores por un recorrido de carrozas por el Paseo de la Alameda. Se considera el desfile de carrozas con batalla floral más antiguo de España
La Ofrenda Floral de las Fallas a la Mare de Déu dels Desamparats
Y si hablamos de actos, no podemos pasar por alto el evento floral valenciano más destacado de todos, la Ofrenda Floral a la Mare de Déu dels Desamparats de las Fallas de Valencia.
La primera de estas ofrendas se realizó en 1941, tras la Guerra Civil española, como un acto de agradecimiento a la patrona de Valencia, sobre todo de las mujeres huertanas, quienes le llevaban flores a la imagen en el interior de la Basílica.
Pero era tan grande la asistencia de personas que cada año iba al acto, y sobre todo la cantidad de flores que se iban acumulando, que las autoridades no dudaron en sacar el acto al exterior de la Basílica, donde una enorme estructura se viste cada año de flores rojas y blancas a modo de manto de la patrona de Valencia.
Por estos motivos, Valencia es sin duda la ciudad de las flores por excelencia. Y es que sin ellas, no tendrían sentido gran parte de estos actos, no se engalanarían las calles y los rincones de la ciudad como se viene haciendo y, sin duda, no disfrutaríamos de un aroma tan característico y natural que impregna de alegría nuestras calles y eventos más internacionales.