Todo 20 de marzo tiene su parte de tristeza y su parte de felicidad en Valencia. Un día antes, el 19, es el día grande de la ciudad. Toda Valencia se llena de fuego y de humo para poner punto y final a las Fallas entre lágrimas de los falleros y falleras que empiezan a pensar en las fiestas del próximo año. Pero, al día siguiente, damos la bienvenida a una de las estaciones más bonitas de todo el año: la primavera. Del 20 de marzo al 21 de junio, toda la ciudad florece, los días son más largos y los parques y jardines de Valencia no hacen más que recibir a gente y a visitantes. Luce el sol, los días se hacen más largos y parece que a la noche le cuesta llegar para cerrar una jornada más.
 

La iluminación hace que Valencia y sus jardines se vistan de gala. Uno de los mejores ejemplos en lo que a floración se refiere es el Viejo Cauce del Río Turia. Nada más y nada menos que 8 kilómetros de recorrido lleno de color verde y con una mezcla unida al deporte que convierten a esta zona en la Valencia más saludable y ecológica. Y, a través de esos 8 kilómetros, podemos llegar a uno de los jardines más importantes y bonitos de toda la ciudad. Hablamos, como no, de los Jardines del Real.

Los Jardines del Real, más conocidos como Jardines de Viveros, son considerados como los jardines más emblemáticos de la ciudad. Pero, sobre todo, son algunos de los jardines con mayor diversidad. Y es que en Viveros podemos encontrar hasta 2.769 ejemplares arbóreos de 167 especies botánicas diferentes. Los días más largos iluminan y hacen que todos los árboles y las flores luzcan mucho mejor. La primavera, por ejemplo, da mucha más luz a uno de los árboles más bonitos de la ciudad: el Podocarpus Macrophyllus.

No muy lejos de Viveros, la primavera nos ilumina y hace que las flores de los Jardines de Monforte luzcan de manera diferente. Nada más y nada menos que 12.000 metros cuadrados de zonas verdes y variadas. Considerado como “el último jardín histórico-artístico del Siglo XIX que queda en Valencia”, el Jardín de Monforte combina la belleza de lo verde con lo artístico de las estatuas hechas con plantas recortadas. Además, su gran estanque con forma de flor de nenúfar repleto de magnolios, laureles y ginkgos dan una belleza superior a estos jardines.

La primavera también hace aumentar los visitantes que se dejan caer por otros jardines míticos de Valencia: el Parque de Cabecera. Inaugurado en el pasado año 2014, el Parque de Cabecera recrea el pasaje original del Río Turia en un paseo marcado por la vegetación que va definiendo el camino que debemos seguir para disfrutar al completo de todo el paseo verde.